Cabe destacar que nos hemos encontrado antes muchos problemas para investigar acerca de sismólogas ya que incluso Google nos corregía la palabra por sismólogos.
Además de eso, al buscar "mujeres sismólogas" todas las búsquedas que aparecían eran sobre psicólogas e incluso leyendo una a una las dichas psicólogas, no mencionaban nada de geología.
Ha sido cuando se nos ha ocurrido buscarlo por el dispositivo móvil que nos han aparecido dos sismólogas actuales: Ileana Boschini López y Arantza Ugalde Aguirre.
Augustus Edward Hough Love, más conocido como A. E. H. Love, nació el 17 de abril de 1863 en Weston-super-Mare y murió el 5 de junio de 1940 en Oxford, fue un matemático y geofísico del Reino Unido. Es famoso por su trabajo en la teoría matemática de elasticidad. También trabajó en la propagación de ondas y contribuyó a la teoría del acoplamiento de marea, introduciendo en esta última los parámetros conocidos como los números de Love, los cuales son ampliamente utilizados.
Su trabajo en la estructura de la Tierra en Some Problems of Geodynamics (“Algunos problemas de geodinámica”) le permitió ganar el Premio Adams en 1911 cuando desarrolló un modelo matemático para ondas superficiales conocidas como las ondas de Love.
John William Strutt, tercer Barón de Rayleigh, nació en Langford
Grove, Essex, el
12 de noviembre de 1842 y murió
en Witham, Essex, el
30 de junio de 1919. Fue un físico y
profesor universitario británico galardonado
con el Premio
Nobel de Física en 1904.
Estudió matemáticas en el Trinity College de la Universidad
de Cambridge en 1861, graduándose en 1865. Comenzó a trabajar en 1879 como
profesor de física experimental en dicha universidad y como director del
Laboratorio Cavendish de física experimental.
Ondas superficiales.
Existe un
tercer tipo de ondas, llamadas ONDAS SUPERFICIALES debido a que solo se
propagan por las capas más superficiales de la Tierra, decreciendo su amplitud
con la profundidad. Dentro de este tipo de ondas se pueden diferenciar dos
modalidades, denominadas ondas Rayleigh y ondas Love en honor a los científicos
que demostraron teóricamente su existencia.
Las ondas
Rayleigh se forman en la superficie de la Tierra y hacen que las partículas se
desplacen según una trayectoria elíptica retrógrada. En cambio las ondas Love
se originan en la interfase de dos medios con propiedades mecánicas diferentes;
en este caso el movimiento de las partículas es perpendicular a la dirección de
propagación de la perturbación, similar a las ondas S, pero solo ocurre en el
plano de la superficie terrestre.
Dentro de esta
variedad de ondas, las P son las que se propagan con mayor velocidad (de ahí su
nombre, primarias), presentando además la característica de poder propagarse
por cualquier tipo de material, sea sólido o líquido. Las ondas S viajan a una
velocidad algo menor (secundarias) y no se propagan por masas líquidas. Por
último, las ondas superficiales viajan con una velocidad menor aún. Podemos
observar estas diferencias de velocidad en el siguiente sismograma.
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Onda Love. |
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Onda Rayleigh. |
Inge Lehmann.
Lehmann empezó la
carrera de sismología en 1925 y con ayuda de N.E. Norlund estudió redes
sísmicas en Dinamarca y en Groenlandia, de ahí partió su gran interés
hacia la simología; además, en 1928, fue nombrada primera jefa del departamento
de sismología del recién creado «Real Instituto Geodésico danés», un cargo que
mantuvo durante 25 años.
Fue la primera
persona en postular que el núcleo interno de la Tierra está dividido en dos
partes: una esfera interna sólida y una capa de consistencia líquida que
envuelve a la anterior. La diferencia entre las dos partes del núcleo se había
puesto de manifiesto por la distinta velocidad de las ondas P (ondas primarias)
durante los movimientos sísmicos al atravesar dicha parte sólida.
Ileana Boschini López.
Ileana Boschini López es la única mujer de Costa Rica con
un posgrado en Sismología. Es la misma que ya pasó a la historia como la
primera geóloga que llegó a trabajar al ICE.
Por su trabajo en esta ciencia, tanto en el Instituto
Costarricense de Electricidad (ICE) como en la Red Sismológica Nacional (RSN),
Boschini recibió el reconocimiento como científica del año 2012, un galardón
concedido por el Ministerio de Ciencia y Tecnología (Micit).
Boschini, quien además ha ganado el Premio Geológico
Nacional 2012, es autora del libro Microzonificación sísmica de San José, Costa
Rica, “de consulta obligatoria para la toma de decisiones estructurales de la
Gran Área Metropolitana”, según explicó el Micit.
Esta
científica es licenciada en Geología por la Universidad de Costa Rica. Además,
es máster en Ciencias del Instituto de Física de la Tierra Sólida, por la
Universidad de Bergen, Noruega.
En la Universidad del Valle de Guatemala
completó con distinción el Segundo Curso de Posgrado en Sismología.
Según se recordó en la entrega del Premio Geológico
Nacional, ella fue la primera geóloga en ingresar al ICE, específicamente a la
Sección de Sismología e Ingeniería Sísmica.
Arantza Ugalde Aguirre.
Es Doctora
en Ciencias Físicas por la Universidad Politécnica de Catalunya y se dedica al
estudio de los terremotos. Es investigadora del Instituto de Ciencias de la
Tierra “Jaume Almera” de Barcelona (CSIC) y profesora titular de la Universidad
Ramon Llull.
Su investigación se centra en el estudio de
la atenuación de las ondas sísmicas, contribuyendo a los estudios de riesgo
sísmico en regiones activas de la Tierra. Sus inquietudes para promocionar las
actividades de transferencia del conocimiento le han llevado a coordinar las
actividades docentes y dirigir el servicio de cultura científica del Instituto
durante los últimos años.
¿Cómo se originan los maremotos?
Debido a la
diferencia en la velocidad de cada tipo de onda, cuando sentimos un terremoto
las primeras sacudidas son debidas a las ondas P, siendo las siguientes las
ondas S y por último las ondas superficiales. La diferente velocidad de cada
tipo de onda es, además, la propiedad que se utiliza para determinar la
localización del foco del terremoto.
Un caso especial de ondas son las que se originan cuando
el foco sitúa bajo el mar. Este caso es muy similar al ejemplo de la piedra que
cae en un estanque: se generan grandes olas, que se propagan desde el foco
hacia la costa, donde causan graves daños. Son los maremotos. Quizás el ejemplo
más tristemente conocido sea el terremoto que se produjo en 1755, en el océano
Atlántico: las olas alcanzaron la costa de Portugal, causando gran número de
víctimas. Afortunadamente este tipo de olas son poco frecuentes, requieren que
el mar sea suficientemente profundo y el terremoto que los origina sea de gran
tamaño.
Giuseppe Mercalli.
Giuseppe Mercalli nació en Milán, Reino de
Lombardía-Venecia, el 21 de mayo de 1850 y murió en Nápoles, Reino de Italia, el
20 de marzo de 1914, fue un sismólogo y vulcanólogo italiano, creador de la escala que lleva su nombre.
Se ordenó sacerdote en 1872, hecho que no le impidió continuar con sus grandes estudios. Fue discípulo
de Antonio Stoppani. En 1874 completó sus estudios de Ciencias Naturales, para dedicarse
a la enseñanza de dicha disciplina en el seminario de Monza.
En 1892 se dedicó a la actividad docente en la materia de vulcanología y mineralogía en la Universidad de Nápoles.
En 1902, Giuseppe
Mercalli desarrollo una escala para medir la intensidad de un terremoto. Para
ello se basó en los efectos y daños que causaba el terremoto en las personas y
los diversos tipos de estructuras en superficie. Actualmente se utiliza esta
escala modificada para definir cualitativamente el tramaño de un sismo. Por lo
tanto la escala de intensidad de Mercalli evalúa el daño producido por un
terremoto en una localización concreta. El principal problema que presenta esta
escala, es que la intensidad definida no depende únicamente de la energía
liberada por el terremoto, sino también de otros factores como la distancia al
epicentro, la naturaleza y características de los materiales de la superficie,
el diseño de las construcciones, e incluso la presencia de asentamientos
humanos.
La presencia o
ausencia de población o de construcciones es un factor determinante a la hora
de determinar la intensidad, ya que si un terremoto se produce en una zona
despoblada, es completamente imposible determinar la intensidad del evento, o
si se produce debajo del mar o a grandes profundidades en el interior de la
litosfera terrestre.