Entre las
características de la hidrosfera destacamos su composición mineral, salinidad,
contenido en oxígeno, variación de la temperatura con la profundidad y
densidad.
Composición del agua
del mar y del agua continental.
La salinidad media de
mares y océanos es de 35 gr/l (3,5%), las sales principales son el Cl-
y el Na+ , y en menor proporción SO42- , Mg2+
y otros iones, mientras que la salinidad de las aguas continentales varía
muchísimo dependiendo de las rocas por donde discurra el agua (si son rocas muy
solubles el agua se carga de sales superando la salinidad del mar), también
puede variar su composición química dependiendo de la naturaleza de los
terrenos que atraviesan, aunque en general, en las aguas continentales
predominan los aniones CO32- , HCO3 - , SO42- , Cl- y los cationes Na+
, K+ , Ca2+ y Mg2+
.
Características del
agua oceánica: salinidad, temperatura: termoclina. Densidad y contenido en
oxígeno.
1.
Salinidad:
es la concentración total de los iones disueltos presentes en el agua. La
salinidad media de mares y océanos es de 35 gr/l, aunque existen variaciones de
unos mares a otros debido a la mayor evaporación que concentra las sales (Mar
Mediterráneo 38 g/L, Mar Rojo 40 g/L, Mar Muerto 226 g/L) o al aporte de aguas
dulces como las procedentes de la fusión glacial (Mar Báltico 5 g/L).
2.
Temperatura:
varía en los océanos con la profundidad y la latitud (latitudes bajas presentan
aguas cálidas mientras que latitudes altas aguas frías). En las latitudes
medias y bajas es típica la presencia de 3 capas en profundidad con diferentes
características térmicas:
a. Capa
superficial o epilimnion: afectada por la temperatura
exterior y la radiación solar, tiene una profundidad de unos 200 metros, la
temperatura (de 12 a 30 ºC según latitud) suele ser bastante uniforme gracias
también a la mezcla que produce el oleaje.
b. Capa
de transición o termoclina: situado debajo de la anterior
capa cálida, aquí se produce un descenso brusco de la temperatura con la
profundidad, el límite es muy variable, según la latitud y estación del año, pudiendo llegar a 1.000
metros de profundidad. Esta agua fría (más densa) situada debajo de la cálida
(menos densa) impide la mezcla del agua cálida con las aguas profundas.
c. Capa
profunda o hipolimnion: presenta temperaturas frías (0-5 ºC)
y constantes (con poca o nula variación térmica, aunque en algunos casos
disminuye la temperatura muy lentamente con la profundidad), ya que la
termoclina impide la mezcla con las aguas cálidas superficiales, por lo que
también disminuye e incluso puede desaparecer el oxígeno disuelto.
Esta diferenciación
térmica se aprecia durante todo el año en las zonas tropicales, en verano en
las zonas templadas (en invierno no hay termoclina) y no existe en las regiones
frías (en latitudes árticas y antárticas, la temperatura del agua superficial
es cercana a los 0 ºC, con lo que varía muy poco con la profundidad y así, no
hay diferentes capas).
3.
Densidad:
la densidad del agua oceánica es algo mayor que la del agua pura, variando en
proporción directa con la salinidad (más sales más densidad) y en proporción
inversa con la temperatura (más temperatura menos densidad). De estos dos
factores, tiene una mayor incidencia la temperatura, por lo que el agua más
densa es la de los mares polares. La distinta densidad de las masas de agua
provoca su desplazamiento tanto en horizontal como en la vertical, de manera
que las más densas se colocan por debajo de las más ligeras. Así las
variaciones de densidad constituyen un factor determinante en la dinámica
oceánica (responsable junto con la dinámica atmosférica de suavizar las
diferencias de temperatura en la Tierra).
4.
Contenido en oxígeno:
Los gases disueltos en el agua son los mismos que componen el aire libre, pero
en diferentes proporciones, condicionadas por la aportación atmosférica y
diversos factores. La temperatura y la salinidad influyen reduciendo la
solubilidad de los gases cuando cualquiera de esos dos parámetros aumenta.
Otros factores son la actividad metabólica de los seres vivos. El oxígeno (O2)
abunda sobre todo en la superficie, donde predomina la fotosíntesis sobre la
respiración, y suele presentar su mínimo hacia los 400m de profundidad, donde
los efectos de la difusión desde el aire libre y de la fotosíntesis ya no
alcanzan, pero donde todavía es alta la densidad de organismos consumidores,
que lo agotan. En resumen, las aguas más agitadas, frías y con abundantes
organismos fotosintéticos tendrán más oxígeno.
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