El río Tinto es un río
costero del sur de España, que discurre a lo largo de la provincia de
Huelva,Andalucía. Nace en la sierra de Padre Caro y tras recorrer casi 100 km
llega hasta la Ría de Huelva, donde se funde con el río Odiel.
El río es conocido por el color rojizo de sus aguas,
de ahí su nombre. La coloración tiene su origen en la meteorización de
minerales que contienen sulfuros de metales pesados hallados en los yacimientos
a lo largo del río. Estos yacimientos son depósitos hidrotermales compuestos en
gran medida por rocas de pirita (sulfuro de hierro (II)) y calcopirita
(disulfuro de hierro y cobre). El proceso de meteorización se debe a la
oxidación microbiológica de estos minerales, causada principalmente por unas
bacterias especiales, las arqueobacterias, que transforman los iones sulfuros
en ácido sulfúrico, liberando los metales pesados como cationes en el agua. Es
a causa del flujo de ácido sulfúrico que el agua del río tiene un carácter muy
ácido.
Sus aguas rojas se caracterizan por su pH entre 1,7
y 2,5 (muy ácido), con alto contenido en metales pesados: hierro
mayoritariamente, cobre, cadmio, manganeso, etc., pero con oxígeno, ya que los
organismos que existen en el río son fotosintéticos en su mayoría. Estos
microorganismos, adaptados a hábitats extremos, son acidófilos y se alimentan
sólo de minerales; son tanto procariotas como eucariotas, incluyéndose entre
los segundos algunas especies de hongos y algas endémicas del río. Por ello, la
NASA lo escogió como hábitat a estudiar por su posible similitud con el
ambiente del planeta Marte. Un experimento con participación del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, y desarrollado en el río Tinto, ha
confirmado la posibilidad de que determinados tipos de organismos puedan
sobrevivir bajo las restrictivas condiciones del planeta Marte.