domingo, 12 de marzo de 2017

La erosión del suelo en Andalucía: La desertización.

Se llama desertización a la transformación de tierras usadas para cultivos o pastos en tierras desérticas o casi desérticas, con una disminución de la productividad del 10% o más. La desertización es moderada cuando la pérdida de productividad está entre el 10% y el 25%.

El suelo pierde la cubierta vegetal que lo protege y le aporta materia orgánica, queda al descubierto y se vuelve muy vulnerable a la acción de los agentes geológicos externos, lo que produce la perdida de la materia orgánica y de partículas muy finas.
Es severa si la pérdida está entre el 25% y el 50% y muy severa si es mayor.Cuando el suelo pierde la cubierta vegetal que lo protege y le aporta materia orgánica, queda al descubierto y se vuelve muy vulnerable a la acción de los agentes geológicos externos, lo que produce la perdida de la materia orgánica y de partículas muy finas.  

La degradación del suelo resulta especialmente alarmante si tenemos en cuenta que su regeneración natural es extremadamente lenta. Cada decenio la Tierra está perdiendo un 7% de su superficie total del suelo cultivable.



LOS FACTORES  PUEDEN SER:
NATURALES:
  • Climatología. En parte influyen la distribución de temperaturas a lo largo del año y la intensidad y régimen de los vientos dominantes. Pero el factor climatológico fundamental son las precipitaciones y sobre todo su distribución temporal, siendo mucho más dañinas las lluvias torrenciales y esporádicas como ocurre en la zona mediterránea.
  • Topografía. El aumento de la pendiente facilita la erosión de modo que en las pendientes con inclinación superior al 15% los suelos corren el riesgo de ser eliminados.
  • Naturaleza del terreno. Los suelos se erosionan más o menos dependiendo de sutextura, estructura, composición mineralógica, permeabilidad y contenido en materia orgánica.
  • Cubierta vegetal. El tapiz vegetal amortigua el impacto de las gotas de lluvia, impide el arrastre de las partículas del suelo por el “atado” de las raíces y frena el deslizamiento del agua por las laderas de modo que la densidad y la naturaleza de la vegetación que cubre un determinado territorio es determinante a la hora de evaluar el riesgo de erosión.
ANTRÓPICO:
  • Deforestación. La erosión del suelo aumenta cuando se talan los bosques y la vegetación natural para la implantación de cultivos.
  • Sobrepastoreo. El exceso de ganado en una región termina agotando las praderas naturales. El suelo se va compactando por el continuo pisoteo, dejando al descubierto la tierra y acelerando la erosión.
  • Prácticas agrícolas inadecuadas. La erosión se incrementa notablemente al arar (sobre todo si no se hace siguiendo las curvas de nivel) y al remover el terreno para introducir monocultivos, muy productivos a corto plazo pero inestables y con un menor desarrollo radicular que la vegetación natural.
  • Minería a cielo abierto y obras públicas. Los desmontes para abrir canteras, las minas a cielo abierto, las autopistas, los embalses y otras obras de ingeniería llevan consigo un aumento de la erosión.
  • Expansión de las áreas metropolitanas. Los primitivos núcleos de población se asentaban en general en zonas próximas a valles y tierras fértiles. Con el aumento actual de la población urbana, gran parte de los mejores suelos que rodeaban los iniciales asentamientos humanos han desaparecido para siempre.

Consecuencias de la erosión del suelo.
  1. Colmatación de los embalses. Se produce por un aumento del aporte de sedimentos.
  2. Agravamiento de las inundaciones. La presencia de materiales sólidos aumenta la capacidad erosiva de las aguas, colmatando pantanos y elevando el nivel del cauce por el relleno del mismo.
  3. Deterioro de ecosistemas naturales. Se da tanto en ecosistemas fluviales como costeros por excesivo aporte de sedimentos, que aumentan la turbidez de las aguas y entierran a las formas que viven fijas al sustrato como corales, algas…
  4. Pérdida de suelo cultivable. Es debido al acumulo de arenas y gravas en las vegas fértiles.

Factores que influyen en la erosión del suelo: erosividad y erosionabilidad.

  1. Erosividad (R). Es la capacidad potencial de la lluvia para provocar la erosión del suelo. Es función de las características físicas de la lluvia. Se calcula multiplicando la energía cinética de la lluvia por su intensidad máxima durante 30 minutos. Se requiere al menos de datos durante 10 años.
  2.  Erosionabilidad (K). Expresa la influencia de las propiedades físicas y químicas en la erosión de un suelo. Este factor depende del tipo de suelo (estructura y cantidad de materia orgánica), de la pendiente y de la cubierta vegetal.



Riesgos geológicos:

Podemos definirlo como aquel proceso, situación o suceso que puede generar daños económicos, sociales y medioambientales a una comunidad y que para su predicción, prevención o correcciones se emplean criterios geológicos.

Los tipos de riesgos

Los riesgos geológicos pertenecen al grupo de los riesgos naturales físicos y son los que causan las mayores catástrofes naturales.

-Clasificaremos los riesgos geológicos en tres grupos:

· Los originados directamente por la dinámica de los procesos geológicos internos (volcanes, terremotos y tsunamis) 

· Los derivados directamente de la dinámica de los procesos geológicos externos (inundaciones y movimientos gravitacionales)

· Los riesgos geológicos inducidos, provocados por la intervención y modificación directa del ser humano sobre el medio geológico o la dinámica de diversos procesos geológicos naturales.

Planificación de riesgos geológicos

La planificación de los riesgos geológicos tiene por objeto la elaboración de medidas destinadas a hacer frente a los daños que estos pudieran provocar. Estas medidas consisten en identificar, predecir, prevenir y corregir estos riesgos.

- PELIGROSIDAD Indica la probabilidad de que suceda un determinado riesgo de magnitud e intensidad.

- LA EXPOSICIÓN Es la cantidad de personas o bienes materiales susceptibles de ser afectadas por un determinado riesgo.

- VULNERABILIDAD Se observa el porcentaje de víctimas humanas o pérdidas materiales en cuanto a la catástrofe.

- PREDICCIÓN Pretende localizar de forma anticipada y en términos de probabilidad estadística dónde, cuándo y con qué intensidad va a ocurrir un determinado riesgo.

- PREVENCIÓN Y CORRECCIÓN Se trata de tomar las precauciones adecuadas y observar los efectos del suceso catastrófico. Se toman dos clases de medidas: estructurales (afectan al tipo de construcciones o a sus estructuras) y no estructurales (ligadas a la planificación y ordenación del territorio).

RIESGOS GEOLÓGICOS EN ANDALUCÍA

-Terremotos Andalucía soporta importantes riesgos sísmicos, que se explican por situarse próxima al encuentro de tres placas tectónicas. Los riesgos son superiores en la zona suroriental de la región, más expuesta a la presión de la placa africana, donde se localizan los mayores índices de sismicidad de la Península Ibérica. Aun así, también son éstos importantes en la parte más occidental, como bien demostraron el terremoto de Carmona (Sevilla) de 1504 o el más grave de todos de los que se tienen registros, el mal llamado de Lisboa de 1755. Éste tuvo su epicentro frente al cabo de San Vicente, zona considerada como una de las de mayor actividad sísmica del mundo, y provocó tsunamis con olas de hasta 15 metros de altura que sembraron de muerte y destrucción las costas de Portugal, Huelva y Cádiz. Ayamonte, Conil o Huelva quedaron literalmente devastadas. El terremoto de 1884, que asoló una amplia zona de Granada y Málaga la noche de Navidad, tuvo su epicentro en Arenas del Rey y produjo unas 800 víctimas mortales y en torno a 1.500 heridos. Destruyó unas 4.400 casas y originó daños en otras 13.000.

-Indundaciones y Sequia : Sólo el hecho de suponer un riesgo natural asemeja unos fenómenos, que realmente son muy distintos, y frente a los cuales pueden establecerse políticas de prevención y defensa más o menos eficaces. Los relacionados con el ciclo del agua, inundaciones y sequías fundamentalmente, suelen tenerse como los de mayor importancia en Andalucía. No obstante, algunos de ellos como el vulcanismo han sido muy activos en el pasado y han dejado una extensa huella territorial, mientras que otros conservan su actualidad y alcance, como los sísmicos, en el plano geológico, o las plagas y epidemias, en el biológico y sanitario. Los primeros (sequías, inundaciones...) son fenómenos naturales en el ámbito mediterráneo. La alternancia de ciclos secos y húmedos se conoce desde tiempos remotos, aunque se está comprobando como tendencia el hecho de que las sequías (periodos secos de larga duración) se hacen cada vez más frecuentes e intensas. Así, a lo largo de los siglos XIX y XX, las sequías más graves fueron las producidas en los periodos 1941-1945, 1979-1983 y la más aguda de todas, la de 1990-1995. Los episodios catastróficos por inundaciones han afectado a buena parte de la geografía andaluza en distintos momentos de la historia. En el levante son frecuentes las lluvias torrenciales generadas por gotas frías del otoño (como las de 1871 y 1891 en Almería, 1879 en el Bajo Almanzora o 1970 y 1973 en el río Adra).
-Neotectónica en Andalucía Las últimas ideas respecto de los aspectos geodinámicos de Andalucía en la época neotectónica, apuntan hacia la existencia de un cuadro compresivo general para el conjunto Bético-Rifeño durante todo el tiempo, a pesar de la evidencia de rasgos distensivos en la zona de contacto entre placas desde el Tortoniense al Cuaternario antiguo (episodios volcánicos miocenos y pliocenos en el dominio de Alborán). La distensión responde a una disminución del empuje de acercamiento Europa- África, pero no a su desaparición; la zona antes fuertemente comprimida se relaja al rebajar el esfuerzo, sin variar el sentido general de éste. Estudios recientes apuntan a la coexistencia de esfuerzos compresivos en profundidad, con la distensión y apertura de cuencas en la zona más superficial a favor de la confluencia de accidentes en dirección, en función de la orientación de éstos. A partir del Tortoniense, se instaura un cuadro distensivo generalizado en el ámbito de las Béticas y los esfuerzos extensionales generan amplias fosas tectónicas a favor de la fracturación existente: cuencas del Guadalquivir y alineación GranadaGuadix-Baza principalmente. Los rellenos de las cuencas son de carácter tanto marino como continental, evolucionando del primer medio al segundo en la mayoría de los casos.

Para mayor precisión, por sus rasgos neotectónicos se divide la zona en sectores de manera similar al trabajo de BOCCALETTI et al de 1987 para la cordillera bética al sur de la Cuenca del Guadalquivir, como se indica en la figura 10. - Sector occidental bético, entre el Golfo de Cádiz-Huelva, y la transversal que une Málaga-Puente Genil-Posadas. - Sector centro-occidental bético, entre la anterior transversal de Málaga y la de Almería-Pozo Halcón-Úbeda. - Sector centro-oriental bético, desde la anterior transversal a la provincia de Murcia o de Albacete.

Cordillera Bética Es la principal zona sismotectónica de la región, constituye más del 60% de superficie de toda la comunidad, además es dinámica estructuralmente: vulcanismo reciente, escarpes de falla, cuencas o surcos encajados, etc. Está relacionada con la movilidad de la microplaca de Alborán y con la movilidad del límite de placas entre Eurasia y África. Un equipo de científicos de la Universidad de Granada (UGR) al estudiar la deformación reciente y activa en la Cordillera Bética, ha demostrado que la actividad de estructuras tectónicas menores cercanas a las fallas mayores atenúa parcialmente la actividad sísmica, en cuanto a magnitud, pero no en cuanto a la deformación existente por los esfuerzos, que al repartirse en los numerosos accidentes menores es menos intensa e identificable.


Depresión del Guadalquivir Comprende el sur de las provincias de Huelva, Sevilla y Córdoba y el norte de la de Cádiz, así como la provincia de Jaén casi en su totalidad. Se trata de una zona prácticamente asísmica, su límite sur es el gran accidente norbético, que se extiende desde Cádiz a Alicante (sucesión de fallas de dirección bética aflorante hacia su extremo oriental en Crevillente). Sólo en su límite sur aparecen algunos sismos en relación con fallas NO-SE o E-O, que afectan a los materiales béticos, e intersectan con la falla de borde del valle y penetran en él. Este accidente pertenece al sistema de dirección bética, testimonio heredado de la colisión entre las Zonas Externas y el "Bloque de Alborán”, alrededor de la cual se producen engrosamientos de la corteza, producto de subducciones, subcabalgamiento y/o obducciones ocurridas durante la colisión. Este borde meridional presenta cierta inestabilidad desde finales del Terciario, y por su sismicidad se encuadra en la zona de “stress” sísmico que de N a S une el valle del Guadalquivir con la Serranía de Ronda y el litoral mediterráneo gaditano.

Bibliografía:
Libro de Carlos Hidalgo









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