Los materiales de la superficie terrestre están expuestos a
unos procesos que los alteran de diversas formas. Esos procesos son la
meteorización, que modifica multitud de paisajes mediante la actuación física y
química del medio. Pueden producir taffonis, pilancones, dolinas...
Dolinas
Los procesos de meteorización pueden llegar a ser muy
importantes en determinadas condiciones, tanto como para distorsionar y crear
nuevos paisajes con casi exclusivamente un proceso, como la disolución en los
paisajes kársticos por la disolución de las rocas calizas en agua. Un ejemplo
de un paisaje kárstico es el Torcal de Antequera.
Torcal
El nombre del Torcal procede de la palabra torca o dolina,
una depresión característica de los paisajes kársticos. Sus rocas tienen una antigüedad
de 150 a 250 millones de años, precedentes del océano. Las fuerzas tectónicas
lo fragmentaron y levantaron hasta donde se encuentra hoy y produciendo
diaclasas y fallas. Además de la disolución, fue de gran importancia en el
desarrollo del paisaje la gelifracción.
Los paisajes cársticos aparecen en terrenos calizos, en color naranja.
Productos de la meteorización
ResponderEliminarLa acción de los agentes atmosféricos sobre las rocas existentes en la superficie del planeta produce unos cambios en su naturaleza. El resultado es la formación de un manto más o menos continuo de materiales intensamente alterados, de espesor variable y caracteres que dependen en el detalle de diversos factores, entre los que los más importantes son la naturaleza de la roca original y el clima existente en la región.
Denominamos regolito al conjunto de materiales producto directo de la meteorización de un sustrato. Se trata de un conjunto de materiales relativamente homogéneo, formado por los fragmentos de la roca original, y de minerales neoformados durante el proceso (arcillas, carbonatos).
Por su parte, recibe el nombre de suelo este mismo conjunto cuando aparece estructurado, es decir, dividido en una serie de bandas u horizontes, que se originan durante la evolución geológica y biológica del regolito.
Esta diferencia explica el que al "suelo" de otros planetas, como el de nuestro satélite, la Luna, no se le denomine así, sino regolito: se trata de una acumulación no estructurada de polvo cósmico y de materiales procedentes de la trituración de rocas de la superficie planetaria como resultado del impacto de meteoritos.