lunes, 27 de abril de 2015

Diapiro

Son estructuras geológicas intrusivas, formadas por masas de evaporitas (sales, anhi
drita y yeso) que, procedentes de niveles estratigráficos muy plásticos (sobre todo del Keuper, finales del Triásico) sometidos a gran presión, ascienden por las capas sedimentarias de la corteza terrestre, atravesándolas y deformándolas, en un lento proceso medible en millones de años que se conoce como diapirismo.

Se originan por la existencia de masas de sales como halita o yeso, acumuladas en estratos, que tienden a ascender debido a su baja densidad. En su ascenso, provocan inestabilidad del terreno que puede afectar a las construcciones.



Para prevenir sus efectos, es necesario evitar la infiltración de agua para evitar la disolución, o inyectar materiales sólidos en los huecos que forman.

2 comentarios:

  1. Diapiro:
    Su origen se encuentra en los comienzos de la Era Secundaria, a finales del Triásico –Keuper- hace aproximadamente 230 millones de años, cuando en este lugar existió un mar costero de poca profundidad o un lago continental. En su fondo se sedimentaron materiales arcillosos y yesos procedentes de los ríos que desembocaban en él. La concentración salina se fue incrementando con la climatología desértica, precipitándose en el fondo junto a estos materiales y formando un depósito. Al mismo tiempo durante este periodo, llamado Keuper, erupciones volcánicas en el interior originaron la formación de ofitas, que quedan alojadas entre los estratos de arcillas, yesos y sales. A medida que avanza el Mesozoico, durante el Jurásico y el Cretácico –final del Cretácico hace unos 65 millones de años- continúan depositándose nuevos materiales que cubrieron los del Keuper.


    Cuando estos depósitos sedimentados sobre el Keuper alcanzan un espesor suficiente, y dada su mayor densidad (2.5-2.7 gr/cc. frente a los 2.1 gr/cc. de la sal), comienzan los movimientos halocinéticos, que originan el ascenso de la sal, arcillas, yesos, y ofitas hasta las capas superficiales reventando la bóveda jurásica y cretácica y originando así una gran cubeta, surcada por numerosas fallas radiales y concéntricas. En definitiva una especie de cráter, perfectamente visible en el terreno no sólo por su forma sino también por su tamaño, dos características esenciales en la singularidad de este diapiro.

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  2. Los diapiros salinos tienen un enorme valor económico, pues pueden actuar como trampas petrolíferas. El ascenso del diapiro deforma las capas instruidas elevándolas a su alrededor, formando una estructura anticlinal, una especie de cono en el que el diapiro ocupa el eje central (la charnela). Cuando hay capas impermeables, los hidrocarburos (más gases y agua) se acumulan por debajo de las mismas, quedando atrapados en las rocas porosas inferiores. El diapiro actúa sellando el centro de la estructra.

    En el sustrato sedimentario del Golfo de México son muy frecuentes los yacimientos de petróleo asociados a este tipo de trampa. En los Montes Zagros también es frecuente esta morfología.

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